¿Qué es la sociología digital?
De tiempo en tiempo, a medida que las sociedades se mueven, suelen aparecer nuevos campos de estudio para la sociología. Así, una sociología de la ciudad no tenía tanto sentido antes de los grandes procesos de urbanización desencadenados por la revolución industrial en el siglo XIX. Ahora bien, si se desarrolla todo un conjunto sistemático de teorías y métodos específicos alrededor del campo de estudio, además de una comunidad de investigadores, el estudio de ese campo puede convertirse en una subdisciplina o una “sociología especial” que se diferencia de una “sociología general”. De este modo, tenemos el desarrollo de la sociología urbana o la sociología jurídica, producto del esfuerzo intelectual por comprender la urbanización moderna y el derecho de los estados modernos, respectivamente.
En lo que va de nuestro siglo, uno de de los fenómenos sociales más llamativos se produce en las actividades de socialización cotidiana. De repente nuestras sociabilidades se ven intermediadas fluidamente por nuevas tecnologías basadas en la computación y la telecomunicación: las computadoras, los sistemas operativos, las bases de datos, el Internet, las pantallas táctiles, los smartphones, las apps, los videojuegos, la inteligencia artificial, la electrónica de consumo otrora analógica, etc. Si escarbamos un poco más, vemos que este fenómeno trasciende nuestra experiencia en la sociedad civil e incluye otros campos, como el político, el económico y el científico.
No se suele advertir a primera vista, sin embargo, cuál es la raíz común de todas estas nuevas tecnologías. Se trata, nada menos, que de uno de los mayores inventos en la historia de la humanidad: el transistor, que luego sufrirá un proceso de abstracción en su representación mediante el código binario, esto es, el uso de los dígitos 1 y 0 para representar la información y procesarla. Así, las tecnologías digitales se encuentran entre la confluencia de la física de la electrónica digital y la lógica de la informática.
Estas tecnologías digitales, particularmente en su forma de tecnologías de información y comunicación, producen, mediante los usos sociales que le dan los actores humanos, lo que podemos denominar fenomenológicamente como los “mundos digitales”[1]. De allí la aparición reciente de una subdisciplina sociológica denominada como “sociología digital”, principalmente en los países anglosajones. ¿Pero cómo definir a esta subdisciplina? ¿Cuál es ese “mundo digital” del que se ocupa? Veamos las definiciones más conocidas de dos sociólogos pioneros en el área: Deborah Lupton y Mark Carrigan.
Lupton (2012) empieza por preguntarse por qué el término de “sociología digital” no es tan utilizado, siendo que existe un gran conjunto de investigaciones sociológicas recientes que pueden caer bajo esta denominación, mientras que los términos de “cultura digital”, “antropología digital” y “humanidades digitales” están mucho más extendidos. Observa, sin embargo, la existencia de otros términos relacionados como “cibersociología”, “sociología del Internet”, “sociología de las comunidades online”, “sociología de los medios sociales” o “sociología de la cibercultura”, que según la autora no toman en cuenta las emergentes realidades digitales, como la computación móvil. Plantea que utilizar el término de “sociología digital” crearía un nexo valioso hacia otras disciplinas que utilizan la misma terminación.
Para Lupton, la sociología digital debe abordar las siguientes actividades:
Práctica digital profesional: el uso de herramientas de medios digitales con fines profesionales: construcción de redes, construir un perfil electrónico, publicar y compartir investigaciones e instruir a los estudiantes.
Análisis sociológicos del uso de los medios digitales: investigar las formas en las que el uso de las personas de los medios digitales configura su sentido de sí mismos, su personificación y sus relaciones sociales.
Análisis de datos digitales: uso de datos digitales para la investigación social, ya sea cuantitativa o cualitativa.
Sociología digital crítica: abordar el análisis reflexivo y crítico de los medios digitales tomando en cuenta la teoría social y cultural. (2012: 5; traducción propia).
Carrigan (2014), por su parte, ve a la sociología digital como un proyecto abierto e integrador que forma parte del “giro digital” del que participan ya otras disciplinas, como las “humanidades digitales, la antropología digital, la geografía digital, la informática social, los estudios de datos, la ciencia de la web, los estudios de software, los estudios de plataformas y los estudios de videojuegos”. Disciplinas con las cuales la sociología digital debe dialogar de forma abierta e integradora. Pero además plantea que debe impulsarse una suerte de “sociología pública digital”, rompiendo la dicotomía entre el compromiso y el academicismo, y utilizando precisamente las tecnologías digitales para ello. Concretamente Carrigan plantea que la sociología digital se encargaría de estudiar los “dispositivos digitales y sus infraestructuras asociadas, como ellos se formaron por su contexto y cómo contribuyen a formarlos, las actividades transformadas y facilitadas por ellos”, aunque añade que este es un campo compartido con las otras disciplinas de “lo digital”. La “agenda” que propone para la sociología digital es la siguiente:
La construcción de un espacio online para la sociología digital […]
La construcción de un espacio impreso para la sociología digital […]
La construcción de espacios cara a cara para la sociología digital […]
Identificar y difundir las innovaciones en la práctica sociológica […]
El trabajo conceptual de elucidar el lenguaje de múltiples facetas de la sociología digital […]
La elaboración de los repertorios metodológicos de la sociología digital […]
La creación de una infraestructura para la sociología pública digital […] (2014; traducción propia).
A estas alturas, la sociología digital es más una agenda de investigación que una sub-disciplina consolidada. En un siguiente post plantearemos algunos problemas que vemos con estas definiciones y agendas, además de plantear lunas propias en base a nuestra propia experiencia y reflexión dentro de los mundos digitales.
Referencias
- Lupton, Deborah (2012). “Digital Sociology: An Introduction”. Sydney: University of Sydney
- Carrigan, Mark (2014). “An Agenda for Digital Sociology”.
Notas
[1] La denominación más precisa sería la de “mundos sociales digitales” o «mundos sociodigitales». Pero para abreviar utilizamos aquella fórmula más corta. Tampoco utilizamos la denominación más común de “sociedad digital”, pues encierra la idea de una sociedad completamente digitalizada. En cambio vemos que dentro de una sociedad existen varios “mundos”, en el sentido de “mundos de vida” (lebenswelt), que conllevan “actitudes naturales” por parte de los actores; donde algunos de estos “mundos” son digitales en determinados grados e interactúan con otro tipo de “mundos” no digitales.